LACChain, lanzadera de startups. Sometiendo a una cura de adelgazamiento al “ blockchain fat-protocol”
Acabamos de volver de nuestro segundo FOROMIC como alianza global LACChain y estamos satisfechos de haber demostrado que la red, la infraestructura blockchain que hemos habilitado, ya está técnicamente disponible. Así lo pudieron corroborar los asistentes al evento con demostraciones en vivo de aplicaciones reales ya implementadas sobre nuestra infraestructura en la sesión titulada “Un día con LACChain”.
En este FOROMIC, nuestra CEO del BID Lab, Irene Arias, presentó el estudio promovido por el World Economic Forum, Digitizing Entrepreneurship for Impact. Este paper describe como elementos clave de la promoción del emprendimiento tres ejes estratégicos, (1) la educación, (2) el uso responsable de los datos y, por último (3) la habilitación de plataformas digitales que permitan que los emprendedores puedan compartir recursos que faciliten la aceleración de sus negocios startup. Para los emprendedores de América Latina y el Caribe, estos elementos son una necesidad especialmente crítica por el complejo contexto de mercado que están viviendo muchos países de la región. Y probablemente ahora más que nunca, el emprendimiento liagado a la innovación es un instrumento fundamental para el progreso de estos países, al contribuir a su estrategia de evolución digital y posicionándolos ante las oportunidades que se están produciendo en esta cuarta revolución industrial. Vemos así que LACChain es una infraestructura común, una facilidad única para los emprendedores de toda clase y lugar, llamada a ser una de estas plataformas digitales que den soporte al lanzamiento de toda una oleada completamente nueva de emprendimiento.
En 2016, se introdujo el concepto hoy clásico de los “fat protocols” al referirse a uno de los principales factores definitorios del éxito o no de modelos de negocio basados en tecnología blockchain que pronto se convirtió en una referencia clave para la evaluación de negocios por partes de los inversores (Joel Montenegro, Union Square Ventures, 2016). Cierto es que esta reflexión estaba centrada en el momento que se vivía en la cripto-economía, pero pensamos que sigue siendo útil para describir la aportación que supone LACChain a los emprendedores de la región, como uno de estos “fat protocols”, asegurando la viabilidad y minimizando los riesgos de sus iniciativas basadas en blockchain.
La tesis describe que en la época de internet que hoy conocemos, la infraestructura sobre la que construye un emprendedor su negocio, el protocolo TCP/IP, es “thin”, es mínima en cuanto a captura de valor en el conjunto de la solución tecnológica. Por contra, en el actual momento de mercado, el emprendedor tiene hoy que desarrollar en la capa de aplicaciones una solución completa, un “full stack” complejo y sujeto por tanto a mayores incertidumbres sobre su viabilidad y riesgos para su lanzamiento. Para llegar a la prueba de concepto (PoC) o al mínimo producto viable (MPV), el esfuerzo incluye construir toda una arquitectura técnica que de soporte a las operaciones y que habilite el negocio para poder probar en el mercado la viabilidad de su propuesta. Todo esto significa recursos y riesgos para el inversor.
En el entorno digital que habilita blockchain todo ocurre de una forma diferente. La relación en términos de captura de valor de la capa de protocolo frente a la capa de aplicaciones pasa a ser “fat”, o gruesa. A diferencia de los emprendimientos “punto com” (.com), que deben construir toda una plataforma para su modelo de negocio, el condicionante esencial para el desarrollo de emprendimientos “punto io” (.io), basados en blockchain, ha sido ese “fat protocol”. El protocolo es, en este caso, una capa mucho más compleja al incorporar la solución a muchas de las necesidades y requerimientos de la arquitectura tecno-legal-operativa de un proyecto. Esta capa de protocolo requiere normalizar las soluciones y propiciar la interoperabilidad de las aplicaciones, elementos necesarios para la viabilidad de los emprendimientos y la mitigación de sus riesgos. Sobre este soporte, la capa de aplicaciones a la que debe dar respuesta el emprendedor es por contra más simple, afectando en menor medida la viabilidad tecnológico-productiva de los emprendimientos.
Al habilitar un protocolo normalizado y estándar, con las características de un bien común o de utilidad colectiva, la iniciativa LACChain habilita como apuntamos un “fat protocol” para el emprendimiento de la región, sometiendo a este protocolo grueso a un régimen acelerado de adelgazamiento en el sentido de liberar el mayor valor posible hacia el emprendedor, favoreciendo un rápido crecimiento del negocio. ¿Cómo lo hacemos? En el entorno habilitado por LACChain, los negocios se lanzan sobre piezas estándar ya desarrolladas que configuran este protocolo (tecnología, identidad, dinero), ofreciendo “por diseño” elementos que, en un entorno tradicional, habría que construir cada vez y para cada emprendimiento. El esfuerzo de inversión en cada proyecto empieza a ser en cierto punto marginal, el time-to-market se acelera, los riesgos tecnológicos, operacionales y regulatorios se minimizan. También incluso los riesgos de mercado se mitigan, dado que facilitará la creación de un marketplace especializado que permitirá el acceso de estos nuevos emprendimientos a los grandes clientes que participan en la iniciativa, aportándoles por tanto tracción y verdaderas oportunidades de negocio.
LACChain adelgaza por tanto sustancialmente la capa del “fat protocol” aportando tres elementos principales de manera nativa: (1) el acceso a una plataforma blockchain interoperable entre diferentes tecnologías, segura, colaborativa, económica y sostenible, (2) un sistema de identidad con un marco de confianza de referencia, (3) dinero FIAT tokenizado que permite ejecutar en la misma red cualquier transacción de intercambio de valor. Con estos tres elementos, LACChain configura este protocolo para el emprendimiento, que irá evolucionando con el dinamismo demostrado y la ambición de ser lo suficientemente completo y lo suficientemente flexible para permitir su necesaria adaptación a los diferentes marcos regulatorios de los países de la región.
Con esta propuesta de valor, un emprendedor podrá encontrar en LACChain un verdadero propulsor de su idea de negocio. Encontrará una infraestructura, con parte de los servicios clave incorporados de manera nativa en el protocolo, con ello reducirá inversiones y evitará costes, minimizará riesgos de ejecución o incluso regulatorios. Además, alrededor de LACChain se está ya desarrollando un conjunto de plataformas de apoyo al emprendimiento, incluyendo no solo la puesta a disposición del protocolo base tecno-legal y la infraestructura como bien de utilidad colectiva, si no también la asesoría tecnológica, la financiación de nuevos prototipos de aplicaciones y la inversión en los emprendimientos con mayor potencial de negocio y propósito de impacto. Como equipo LACChain, estamos convencidos por tanto que LACChain es una referencia práctica y real de esas plataformas que el World Economic Forum (WEF) señala como elementos necesarios para asegurar el éxito de nuestros emprendedores.
Esta es la propuesta de LACChain para los emprendedores, establecer esta plataforma de lanzamiento, una auténtica lanzadera de startups, concentrando toda nuestra capacidad de propulsión para conducirlas en el mínimo tiempo posible a la “órbita de los grandes negocios”.
Autores: Alejandro Pardo Vegezzi y Moisés Menéndez (BID Lab, LACChain).